domingo, 1 de noviembre de 2015

PIEZA DEL MES - NOVIEMBRE 2015






Arqueta-relicario de santa Inés
Madera, cristal y telas
15 x 22 x 16,5 cm
Siglo XVII

Monasterio de Santa María del Valle, Zafra


En la capilla de las Reliquias, que dotasen los duques de Feria en Santa Clara entre 1592 y 1612, se conserva esta arquilla-relicario que guarda un cráneo pequeño envuelto en seda roja y sencillos bordados. 


Desconocemos su origen pues no se reflejada en los inventarios. Tampoco posee ninguna inscripción identificadora, pero la tradición conventual apunta que pertenece a santa Inés. Una mártir niña de los primeros tiempos del cristianismo. 

Toda su historia transcurre en Roma. Narra el Flos Sanctorum que Inés, con tan solo trece años de edad, era tan hermosa que «fue vista de cierto Cavallero mozo, y muy rico, hijo de vn Prefecto de la Ciudad, el qual (…) començó á amarla perdidamente». Pero Inés ya tenía decidido su futuro: permanecer limpia y virgen al servicio de Jesucristo.


La enfermedad del enamorado y la autoridad de su padre buscaron doblegar su voluntad encerrándola en la casa de las vestales, vírgenes que servían al culto en el templo de la diosa Vesta. Pero no dio más fruto que su negativa a adorar al ídolo. 


A partir de entonces comenzó su martirio, con sucesivas pruebas de las que se salva milagrosamente hasta que es degollada el año 303, en tiempos del emperador Diocleciano. 


La arquilla que contiene la reliquia es sencilla y de hechura tumbal. Está decorada con pan de plata sobre el que, con pintura almagre y simulando un estofado, se han extendido flores y rameados inspirados en telas ricas del Quinientos. En una de los lados mayores, una vidriera permite ver el cráneo y, en los laterales, se repite la insignia franciscana de las cinco llagas en escudos a los que flanquean las llaves de san Pedro. 














Hasta el 30 de noviembre. Galería alta del Museo