La basílica de San Lorenzo
Grabado calcográfico a buril
22,3 x 17,7 cm
Thomás de Leu
c.1600
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
Fue san Lorenzo un diácono de origen hispano, supuestamente martirizado en Roma a mediados del siglo III. Cuentan sus hagiógrafos que era un joven virtuoso y caritativo que fue condenado a morir asado sobre una parrilla; y que su inquebrantable fe le llevó a soportar las brasas y a mofarse de sus verdugos pidiéndoles que le dieran la vuelta por estar ya cocido por un lado.
El santo, muy venerado en España y por los Suárez de Figueroa, que daban su nombre a algún varón en todas las generaciones, se nos muestra en la estampa con los evangelios, en una mano, por ser diácono y la parrilla y la palma martirial, en la otra. Detrás del santo aparece su basílica, levantada en el siglo VI sobre el oratorio que mandase erigir Constantino sobre su tumba, extramuros de Roma.
La estampa, grabada a buril, forma conjunto con otras dedicadas a las siete basílicas de Roma en las que se obtenían indulgencias. Antiguamente colgaban en las sillas del coro, para que su peregrinaje simbólico sirviese espiritualmente a las hermanas. Tres forman parte de la exposición permanente del museo (San Pedro, San Sebastián y Santa Cruz de Jerusalén) y se ha perdido la dedicada a San Juan de Letrán.
Todas son obra de Thomas de Leu (1560-1612). Aunque nacido en Holanda, se formaría como grabador en Amberes; pero ya en 1576 estaba afincado en París trabajando en el entorno de artistas como Jean Rahel o Antoine Carón y Leonard Gaultier, con los que emparenta. Fue destacada su labor en el campo de la imprenta, considerándosele uno de los grabadores de retratos de personajes históricos más importante de comienzos del siglo XVII.
Juan Carlos Rubio Masa