Con motivo del Día Internacional de los Museos, que se
celebra el 18 de mayo, el Museo Santa Clara de Zafra ha organizado una serie de
actividades para todos los públicos.
Durante toda la semana, de martes a domingo, la exposición temporal Cervantes
en Zafra. El personaje y su obra
contará con guía voluntarios que realizarán visitas comentadas,
entre 11:15 y 12:00 horas, para quienes lo deseen. Los grupos no superarán las
25 personas, por lo que les rogamos reserven plaza con antelación.
El miércoles 18, alumnos y profesores de la Escuela Municipal de Música nos
deleitarán con su buen hacer en los miniconciertos, que se
celebrarán en las salas 2 y 3 del Museo mientras realizamos la visita a las
mismas.
Y el sábado 21, tendrá lugar el tradicional Acto Institucional del
DIM, con la entrega de distinciones a guías voluntarios y benefactores
del Museo y, en esta ocasión, se completará con un concierto a
cargo del Coro Ars Vivendi de Sevilla, que nos
interpretará diferentes composiciones de música sacra, clásica y popular.
Para más información, llamen al teléfono de recepción del Museo 924551487
Preparando el Día internacional de los museos 2016.
Para celebrarlo tendremos actividades en el Museo Santa Clara del 17 al 22 de mayo.
Alba y cíngulo
Lino, encaje de malla e hilos
150 x 166 cm
Finales del siglo XIX
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
El alba es una túnica blanca, de uso común entre los celebrantes cristianos, que se pone sobre la sotana o la ropa ordinaria, y simboliza la pureza sacerdotal.
Tiene su origen, como otros ornamentos litúrgicos, en vestimentas de época romana. Entonces, los hombres, sobre la ropa interior, se colocaban una túnica o camisa de color claro, que llegaba a los talones y tenía mangas hasta las muñecas: era la túnica talaris et manicata, que se ceñía con un cordón. Encima iba la toga.
En la liturgia mantiene su carácter de vestidura inferior, al vestir los clérigos sobre ella la casulla, la dalmática o la capa pluvial.
Con el paso del tiempo, aunque el alba conserva su forma primigenia, tolerará ciertas modificaciones, respecto de las telas con las que se confeccionaba o de su anchura y ornato. Los faldones se volvieron anchos, las mangas se estrecharon. Se adornó con fimbrias de telas suntuosas o bordados. De la lana original se pasó al uso generalizado del lino. Y, desde el siglo XVI, se introdujo el uso de encajes que pasaron a ocupar el tercio inferior del alba y, a veces, la embocadura del cuello y los puños.
Heredero del cordón ceñidor de la túnica romana es el cíngulo o cingulum que se mantiene en la liturgia a la par que el alba. También evolucionó desde una ancha y larga cinta, ajustada con hebilla, a los cordones, rematados en borlas, habituales desde finales del siglo XV.
Su color, a diferencia del alba, puede cambiar con los tiempos litúrgicos y, aunque su simbolismo se vincula a la mortificación de las pasiones, también alude a los azotes con los que fue Cristo flagelado.
Galería alta, hasta el 31 de mayo