miércoles, 1 de julio de 2009

PIEZA DEL MES DE JULIO

Cáliz de san Juan Evangelista Plata y plata dorada. Cincelada, burilada y fundida 26,5 x 13,5 x 8 cm Carece de marcas Taller zafrense. Mediados del siglo XVI Monasterio de Santa María del Valle, Zafra Los talleres de platería zafrenses tienen una larga historia, aunque su auge lo alcanzan en los siglos XVI y XVII. Entonces, unas decenas de plateros se esforzaban para satisfacer la demanda de objetos litúrgicos y suntuarios de su clientela bajoextremeña. Uno de ellos fabricó este cáliz a mediados del Quinientos, para servicio litúrgico del altar; pero, readaptado, nos ha llegado como atributo de la imagen del Evangelista de la iglesia conventual. La pieza muestra pie circular decorado con lóbulos radiales, que acogen tallos vegetales y un calvario vacío; astil hexagonal con nudo ornado con gallones alternantes en tamaño y técnica; y copa acampanada aupada en seis costillas radiales. La posición poco habitual del nudo evidencia su uso postrero. La representación del apóstol Juan bendiciendo un cáliz es una herencia de La Leyenda Dorada, una compilación de hagiografías, escrita a mediados del siglo XIII. En uno de sus pasajes se narra que, predicando en Éfeso, un sacerdote pagano le ofreció una copa con veneno para probar el poder de la nueva religión. El Evangelista la tomó, y tras hacer sobre ella la señal de la cruz, bebió sin sufrir daño alguno. Por eso, en algunas imágenes puede verse salir de ella un dragoncillo, que evoca la volatilización del veneno. Como otra leyenda cuenta que se le había intentado envenenar con un cáliz eucarístico, a veces, encima del mismo vemos una hostia.
Juan Carlos Rubio Masa