Esperancita
Réplica vestida.
Manto y frontal de satén, bordados en oro. Comienzos del siglo XX.
Corona y cetro de plata. 2010.
Media luna de plata y piedras falsas. Siglo XVIII.
Cofradía de la Virgen de la Esperanza (Arquillo). Zafra
Quizá porque solo mide treinta centímetros, todo lo que la enmarca se nos antoja pequeño: si la plaza es Chica, el soportal es el Arquillo. Hasta su apelativo se torna diminuto: no es la virgencita de la Esperanza, sino la virgen de la Esperancita. Fue tallada y policromada en alguna ciudad de Flandes, allá por las últimas décadas del Cuatrocientos, en un taller artesanal que las hacía en serie. Y, junto a alguna de sus hermanas, llegaría en las valijas de algún buhonero a Zafra. Este tipo de imagencitas de la Virgen con el Niño son conocidas como pouppes o muñecas de Malinas, ciudad belga en la que tuvo su manufactura un gran auge durante los siglos XV y XVI.
La imagen original, que pueden verla en el Museo (sala 3 La urbe ducal, contigua a esta), fue comenzada a vestir probablemente en el siglo XVIII, entonces se alteró la talla al colocarle ojos de vidrio y mutilar su mano izquierda, en la que sostendría un libro, para que la nueva sobresaliese de entre las vestiduras.
En su retablo del Arquillo del Pan, la imagen se mostraba antiguamente con manto, frontal y toca; pero, tras la última restauración y habiendo pasado la pieza original al Museo, han decaído esos usos para evitar su deterioro. Aun así, es una costumbre hermosa que no debería desterrarse, al menos con las copias.
De aquellos mantos y ropajes antiguos que nos han llegado, se ha seleccionado un conjunto de color verde, bordado en oro y realizado a comienzos del pasado siglo, para vestir la réplica. Si este conjunto, como los otros que se conservan, es obra y donación de devotas vecinas o de monjas de los conventos cercanos, las coronas y cetro de plata lo son de D. Modesto Fernández de Cora Gil.
Juan Carlos Rubio Masa
Estará expuesta del 22 de mayo al 21 de junio