Sello pendiente de la reina Juana
Plomo e hilos de colores
8 cm Ø
Entre 1527 y 1545
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
Este sello de la reina Juana I (1479-1555), conocida como Juana la Loca, servía para validar o certificar lo prescrito en un documento, hoy ignoto, que se guardaba en el archivo del monasterio.
Como sello real es circular y bifaz. En el anverso, el campo trae la figura mayestática de la reina Juana, con toca de viuda, sentada en su trono. Se muestra coronada y sosteniendo el cetro y el orbe crucífero como símbolos de poder. El escudo del reverso es complejo en cuanto a blasones, pues a los de la Monarquía Hispánica se añaden los de la Casa de Austria al conreinar Juana con su marido Felipe I el Hermoso y, aunque fuese en el papel, con su hijo Carlos I.
Las orlas contienen una leyenda en la que se enuncian sus títulos. Comienza señalando que es reina de Castilla, León, Granada, Sicilia, Jerusalén, princesa de Aragón, y prosigue en el reverso, archiduquesa de Austria, duquesa de Burgundia, Brabante y condesa de Flandes y Tirol.
El sello se obtenía mediante la impronta de una matriz sobre una bola de plomo, el material maleable preferido por la monarquía para confirmar documentos en los que se concedían privilegios de carácter permanente a determinadas personas o instituciones.
La bola, antes de troquelarla, venía perforada para pasar un cordón de hilos de seda, en este caso de colores rojo, amarillo y verde; que, tras su aposición a la matriz, servía para enlazar el sello a la plica, o parte inferior reforzada del pergamino, dejándolo pendiente.
Hasta el 31 de abril de 2024
Galería alta del Museo