domingo, 1 de febrero de 2015

PIEZA DEL MES - FEBRERO 2015





En la Liturgia, el seglar que acompaña y sirve al celebrante es el acólito, que para ello ha recibido la superior de las órdenes menores que establece la Iglesia. Si bien, vulgarmente, se conoce así al «monacillo que ayuda al sacerdote quando celebra Missa». Entre ellos está el turiferario, así llamado por portar el turíbulo o incensario, en el que se quema el incienso, y la naveta o vaso que lo contiene.

El turíbulo es un braserillo, suspendido con cadenas y cerrado con una tapa perforada, que permite sahumar o expeler el humo perfumado del incienso para purificar algo o a alguien o para que en su ascensión se torne plegaria al Altísimo. 


Se utiliza en las misas, procesiones u oficios litúrgicos solemnes, siguiendo un preciso ritual que el acólito turiferario debe conocer, desde quién pone el incienso o en qué momentos ha de incensarse.


La pieza sigue un modelo de incensario neoclásico, realizado en 1824 en el taller de platería cordobés de Francisco de Paula Martos.


Cuelga de un manípulo circular troncocónico, con una gran anilla como remate para prenderlo. De él caen cuatro cadenas: tres sostienen el quemador y la tapa y, una cuarta, permite levantarla y esparcir el incienso sobre las brasas.


El quemador posee una base circular sobre la que asienta un cuerpo convexo gallonado y un tambor moldurado y ornado con guirnaldas. La tapa o cuerpo del humo es acampanado con motivos ornamentales calados: cenefas trenzadas y motivos geométricos que enmarcan y alternan óvalos y margaritas. Se remata con un casquete de hojas lanceoladas y una anilla.




















Hasta el 28 de febrero. Galería alta del Museo