jueves, 7 de febrero de 2008

Pieza del mes de febrero 2008


Martirio del beato Juan de Prado
Óleo sobre lienzo
83,5 x 63 cm.
Finales del siglo XVIII
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra

A cierta distancia de Zafra, sobre una loma entre Almendral y Barcarrota, se levanta el antiguo monasterio de Nuestra Señora de Rocamador, fundado a comienzos del siglo XVI bajo el patronazgo de los entonces Condes de Feria.


De modesta hechura, como corresponde al ascetismo del franciscanismo descalzo, este cenobio, construido en un calvero del encinar, acogió a Juan de Prado en 1584.


Por aquel entonces era tan sólo un joven de veintiún años, que había estudiado en la Universidad de Salamanca y deseaba seguir la vida religiosa. Mas sus dotes y preparación pronto le llevaron a ocupar oficios de guardián y maestro en diversos conventos, de definidor en la provincia de San Gabriel y, cuando en 1620 se creó la de San Diego en Andalucía, el de su primer ministro provincial.


Ahora bien, a pesar de esa brillante trayectoria, Juan de Prado nunca habría pasado a la historia florida de la Iglesia de no haber hallado el martirio en Marruecos en 1631; a donde había ido como prefecto apostólico para asistir a los cautivos cristianos.


El lienzo, que exponemos, nos muestra, el cruel suplicio que padeció durante los pocos días que estuvo retenido por no abjurar de su fe: tras ser herido por un alfanje en la cabeza, fue asaeteado y echado, aún vivo, a la hoguera. Es una estampa devota, concebida para conmover a los fieles e inflamar su piedad y, al tiempo, mostrarles que el martirio, evocado en la palma, tiene su recompensa con la gloria eterna, figurada con la corona de rosas que los ángeles se aprestan a colocar sobre su cabeza. Fue beatificado en 1728.


Juan Carlos Rubio Masa

martes, 5 de febrero de 2008

Celebramos el primer aniversario de la inauguración del Museo

Hace apenas un año que se inauguraba y abría sus puertas el Museo de Santa Clara. El primer museo público de nuestra ciudad concebido y materializado con rigor museográfico. Un centro cultural para nuestra ciudad y sus visitantes, que ha sido posible gracias a la conjunción de muchas voluntades: si primero fue la generosa actitud de la comunidad de Santa Clara, después lo fue el favor decidido y unánime de dos corporaciones municipales, el amparo de un Ministerio del Gobierno de España, el respaldo y la largueza de la Red de Museos de la Junta de Extremadura y la desprendida disposición de algunos ciudadanos que han depositado o donado piezas de interés para la exposición que acogen estos muros. Pero el museo no habría conseguido, en este año que ha transcurrido, sensibilizar a los visitantes, transmitirles sus valores y singularidades, sin el permanente apoyo de los guías voluntarios. No hay más que ojear el Libro de Visitas del Museo para advertir la alta estima que el público les tiene, por su dedicación y buen hacer. Un libro que, además, nos permite comprender la buena sintonía, la empatía que se alcanza entre los visitantes y el museo. Las más de 18.000 personas que han hollado sus salas son una muestra de cómo el Museo, sin campaña alguna de difusión publicitaria, más que el boca a boca, ha conseguido salir a la calle y atraer la atención de los ciudadanos y de cuantos se acercan a conocer nuestra ciudad. Por ello, para recordar aquel día inaugural, se celebró un acto cultural en la iglesia conventual de Santa María del Valle. Tras la intervención del Excmo. Sr. Alcalde de la ciudad D. Manuel García Pizarro, se procedió a la entrega de distinciones a Dª. Pilar Caldera de Castro, Directora de la Red de Museos de Extremadura; a los donantes y depositantes de piezas en el Museo: D. Manuel Cobos Rayo, D. José María Ramírez Sánchez-Leva, Dª Carmen Navarro Hernández, Dª. Guadalupe Rubio Navarro, D. Joaquín García Carvajal, D. José Luis Nuño Arcos y a la Cofradía de la Esperancita. También se distinguió al Grupo de Guías Voluntarios de la Asociación de Amigos del Museo y del Patrimonio de Zafra, destacando especialmente a D. Ángel Cortes Luengo y a D. Justo Calderón Bizarro. En nombre de todos, tomó la palabra la Directora de la Red de Museos de Extremadura para, tras agradecer las distinciones, destacar que el Museo de Santa Clara es «algo vivo para la ciudad, motor de desarrollo y reflejo de la vida social de Zafra, pero también un centro que participa activamente en la vida cultural de toda la región aportando una nota distintiva en la oferta museística». El acto se cerró con un concierto del Trío Classic que interpretó obras de Bocherini, Vivaldi, Granados y De la Cima, entre otros. Un acto sencillo, pero emotivo...