Terminado el año y hecho el recuento de visitantes, el Museo Santa Clara
ha vuelto a superar las cifras de años anteriores. Por el Museo han
pasado en este año de 2019, que a punto está de acabar, 25.870
visitantes, superando en unos cuatro mil quinientos a 2018. ¡Vamos creciendo, vamos superándonos! Paz y bien en el 2020. Os esperamos con las puertas abiertas en el nuevo año.
El Belén ha sido realizado por Manuel Espejo Mármol y Miguel Ángel Sánchez Jiménez, en compañía de su profesor Francisco José Sánchez Concha. Todos de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla.
Se encuentra en la grada conventual y puede visitarse hasta el 12 de enero en el horario del Museo
Pueden acceder desde aquí a un vídeo explicativo del mismo a cargo del director del Museo y realizado por Bapiga con la colaboración del periodista Víctor Pavón.
La imagen de Nuestra Señora de los Remedios, recientementemente restaurada y expuesta en el Museo, ha pasado a ocupar un espacio en el altar mayor de la iglesia conventual, en tanto, se busca acomodo permanente para su veneración por los fieles.
Si de la restauración de la imagen se ocuparon graduados de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, su atavío es obra de María Camúñez y Andrés Malpica. Nuestra gratitud a ambos equipos por rescatar una imagen de honda tradición en Zafra.
De la imagen decíamos que era obra de finales del siglo XV o principios del siglo XVI y presidía su retablo situado en el brazo meridional del crucero de la antigua Colegial.
El retablo de “Los Remedios” es una pieza de traza clasicista que enmarca nueve lienzos de Zurbarán y su taller. En su única hornacina, hasta los pasados años setenta, se veneraba esta imagen que fue, entonces, retirada del culto por considerarse carente de valor artístico. Se trata, sin embargo, del icono mariano que mayor devoción concitaba en la Zafra de la Edad Moderna por su fama milagrosa. Su rostro ovalado de expresión solemne, su sonrisa intuida y sus
afectuosas manos de dedos largos y delicados, nos hablan del hacer
imaginero aún medievalizante.
La talla procede de la iglesia que hubo en medio de la actual plaza
Grande. Dentro se encontraba el “altar de San Ildefonso”, en él que
obtendría cobijo, que mantuvo en el que se instaló, décadas después, con
idéntica advocación en el nuevo templo. Así refiere un inventario de
1633, realizado diez años antes de que Alonso de Salas Parra encargase
el retablo zurbaranesco. Desde el siglo XVI hasta finales del
XVIII, la Virgen procesionaba el Jueves Santo, enlutada, acompañando al
Cristo yacente, en la comitiva penitencial de la cofradía de la Vera
Cruz. Pero desde los años sesenta, despreciada, primero, e ignorada, después, ha permanecido en un almacén parroquial deteriorándose hasta que ha sido rescatada y restaurada a la espera de volver al retablo al que da nombre.
Adoración de los pastores Aguafuerte y buril sobre papel verjurado 33 x 22 cm Juan Antonio Salvador Carmona Madrid 1772-1794
En Missale romanum: ex decreto Sacrosancti Concilii Tridentini restitutum Sancti Pii Papae Quinti iussu editum, Summorum Pontificum Clementis Octaui, et Urbani itidem Octaui, auctoritate recognitum, et noui missis ex indulto apostolico hucusque concessis auctum. Matriti. Viduam, et filium Petri Marin: sumptibus Regiae Societatis 1794.
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
Sólo en el Evangelio de Lucas (2 8-20) se narra la visita de los pastores a Jesús recién nacido. José y María encinta, ya en Belén, a donde fueron a empadronarse desde Nazaret, al no encontraron posada, se cobijaron en un establo en el que, cumplido el tiempo, alumbró a un varón. Cerca, unos pastores recibieron la visita del «Ángel del Señor», que les anunció el nacimiento del Salvador y les sugirió que, para hallarlo, habrían de ver «un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
El final del pasaje evangélico, los pastores adorando al Niño Dios, es la escena mostrada en este grabado de Juan Antonio Salvador Carmona (1740-1805), que aparece ya en la primera edición del Misal Romano publicado por la Real Compañía de Impresores y Libreros de Madrid en 1776. En la estampa, la Virgen retira delicadamente unos paños para mostrar a su Hijo. Una luz mística, que brota del Niño, inunda la escena y permite ver la admiración de los pastores, de la mujer del cántaro e, incluso, del perrillo al contemplar el prodigio. Detrás, un anciano José y, casi ocultos, la mula y el buey que según la tradición dieron calor al divino infante. Juan Antonio, sobrino del célebre escultor Luis Salvador Carmona, escribió una autobiografía en la que comenta que se sirvió para esta composición, lo mismo que para las otras del Misal, de unas estampas grabadas en 1764 por su hermano mayor y maestro Manuel.
La exposición "Aguas" de Joaquín Montero Cansado se inaugura el próximo viernes 29 de noviembre de 2019 a las 19:30 h. y permanecerá abierta hasta el domingo 12 de enero de 2020 en la galería alta del Museo.
Preámbulo
AGUAS de Joaquín Montero. A imagen del verbo divino, somos palabra y, como tal, un entramado de metáforas. Con ellas codificamos nuestro universo cotidiano y lo hacemos manejable. De ellas aprendemos, por ejemplo, que los ojos son luceros, que el tiempo es oro, o que nuestras vidas son ríos. Son las metáforas las que hacen posible la creación artística, como en el lenguaje de la pintura o el lenguaje de la poesía. Pero mientras que nuestras metáforas cotidianas no necesitan interpretación, el lenguaje del pintor, como el lenguaje del poeta, desafía la universalidad de nuestro entendimiento y nos desconcierta no tener las herramientas para descifrarlo. …Hasta que aprendemos que el artista no aspira a ser interpretado, sino contemplado. Pero si el artista quisiera esconderse en su obra más que revelarse, Joaquín Montero habría fracasado en el empeño. Su ingenioso disfraz, sus quince metáforas del ser agua, no consiguen ocultar al artista, por mucho que el artista quiera distraernos en la contemplación de la forma y el color. Un día me atreví a preguntarle si sus aguas eran río o eran mar. Intuí que estaba mirando a un microcosmos, no a un mar rompiendo contra las rocas, o un mar de tormenta, sino a la mirada magnificada del agua de un río sorteando su cauce; un agua mansa que mirada muy de cerca, capturada en quince instantes, se agita como un mar embravecido. Efectivamente, sus aguas son río. Un río que anhela la bravura del mar para encontrar descanso en su rugido. Este río no es la manida metáfora de nuestras vidas. No es tampoco un río de aguas turbulentas y emociones a flor de piel. Es la metáfora de un río interior, oculto a la vista de quienes lo contemplan en los remansos de su cauce. Una abstracción que sólo la poesía o la pintura podrían contar. …Y es que, cuando la poesía se materializa, se convierte en cuadro. O en quince.
Antonio Gragera
Joaquín Montero Cansado
Nació en Zafra (Badajoz) en 1974. Cursó Bachillerato artístico en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficio Artísticos de Mérida. Se licenció en Bellas Artes, en la especialidad de pintura, en la Facultad de Bellas Artes “Santa Isabel de Hungría” de Sevilla, donde finalizó el Doctorado. Fue colaborador Honorario en la asignatura de Paisaje en la misma facultad dónde estudió. Actualmente es profesor del I.E.S. DR. Fernández Santana de los Santos de Maimona en Badajoz. La trayectoria de sus exposiciones es amplia y variada. Participó durante varios años en la exposición conjunta de “Jóvenes artistas de Zafra” y en varias muestras de artistas locales. Ha participado también en varias exposiciones colectivas en distintos puntos de España como en Sevilla, Fregenal de la Sierra y Segovia. Destacando la del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla y la de Pintores pensionados del Palacio de Quintanar en el Torreón de Lozolla de Segovia, donde fue becado. A nivel individual destacar varias exposiciones en la Caja de Badajoz en Santa Marina de Zafra y la participación en la Expocomarca Badajoz “Zafra-Río Bodión” de la Diputación de Badajoz, entre otras. Son numerosas las menciones obtenidas a lo largo de estos años, obteniendo varios premios como el conseguido en el III Concurso de Poesía Experimental, organizado por la Diputación de Badajoz y en el lll y lV Certamen de Pintura en “JAURENA ART” en Hospitalet de Llobregat en Barcelona. Premio en el V Concurso Nacional de Pintura Rápida al aire libre “Francisco de Zurbarán” en Fuente de Cantos en Badajoz. Premio en el I Certamen de bienal de Pintura y Fotografía “Paco Luna” y en la III bienal de pintura “Javier Carretero” de Zafra. Premio en “Pintor García Jaén” en Algeciras, Cádiz. Finalista y Mención especial en XII Premio Internacional de Pintura “Eugenio Hermoso”de Fregenal de la Sierra, Badajoz y en el VI Premio Nacional de Pintura “Nicolás Mejías” de Fuente de Cantos, Badajoz. Premio en la Feria Internacional Ganadera de Zafra. Sus obras han sido seleccionadas en diferentes concursos como: X Premio de Pintura Ciudad de las Palmas de Gran Canarias. IX Premio Nacional de Pintura “Nicolás Mejías” de Fuente de Cantos, Badajoz. III Certamen de Pintura “Grúas Lozano” de Sevilla. XXII Certamen de Minicuadros en Huestes de Cadí, Elda. I Premio Pintura “Forum Arte Sevilla” de Sevilla. II Concurso de Grabados “Castillo de Alcalá de Guadaira” en Sevilla. VI Premio Nacional de Artes Plásticas de la Universidad de Sevilla. Las adquisiciones de sus obras más importantes han sido: Obra Gráfica. Facultad de Bellas Artes “SANTA ISABEL DE HUNGRÍA” de Sevilla. Obra subastada “BECAS CASTELLANA DE PINTURA” de Madrid. Obra Pictórica “BECAS DE PINTORES PENSIONADOS DEL PALACIO DE QUINTANAR” de Segovia. Poesía Experimental “DIPUTACIÓN DE BADAJOZ” de Badajoz.
La Asociación de Amigos del Museo ha donado dos grabados del tercer Duque de Feria al Museo de Santa Clara
Uno de los grabados adquiridos por la asociación /
Cedida
En breve se inaugurará una exposición
Los
consiguió en el Mercado de Antigüedades, datan del siglo XIX, el pintor
español José de Madrazo los dibujó y fueron traspasados por el grabador
francés Pierre-Jules Jollivet en la Real Empresa de Litografía de
Madrid
La
Asociación de Amigos del Museo y del Patrimonio de Zafra compró hace
unos meses en el Mercado de Antigüedades dos grabados del siglo XIX,
concretamente del año 1826, que se imprimieron en la Real Empresa de
Litografía de Madrid. Ambas piezas han sido donadas al Museo de Santa
Clara
El director de este museo, Juan Carlos Rubio, ha
explicado la importancia e interés que estas piezas tienen para la
ciudad, y es que en ambos se representa al tercer Duque de Feria, uno de
los grandes generales de la Guerra de los 30 Años. En concreto se
representa al duque 'Socorriendo una plaza' y 'Ganando por asalto la
Plaza de Reynfelt'.
En
Madrid, durante la época de Felipe IV, en el Palacio del Buen Retiro,
existía un Salón de Reinos (el Salón del Trono). En esa estancia estaban
representadas una serie de batallas, muy importantes de la época de
Felipe III y Felipe IV. En tres de los 20 cuadros que allí se exponían,
estaba representado el tercer duque de Feria, del que se representaron
tres grandes batallas del siglo XIX.
El pintor español José de
Madrazo los dibujó y fueron traspasados por un grabador francés,
Pierre-Jules Jollivet a la imprenta. De ahí salió una colección de la
que se conservan muy pocos ejemplares, algunos están en la Biblioteca
Nacional y algunos en el Museo del Prado.
El segundo de los grabados adquiridos / CedidoEn
el Mercado de Antigüedades, la Asociación de Amigos del Museo consiguió
dos ejemplares, «falta un tercero –dice Rubio, pero esperemos que algún
día llegue a formar parte de la colección artística del Museo de Santa
Clara».
Estos dos grabados tienen unas dimensiones de 40 x 20
centímetros. El director del museo asegura que tienen una calidad
«excepcional», y destaca la importancia que tiene esta adquisición para
la ciudad, no sólo porque quien hasta allí se acerque va a conocer estas
obras de arte y su vinculación con otras pinturas, «con ellos también
se pone de manifiesto el interés de la Asociación de Amigos del Museo y
del Patrimonio por el patrimonio local y por incrementarlo», indica Juan
Carlos Rubio, quien pone en valor además el gran esfuerzo realizado por
esta asociación para adquirir estas obras que han donado al museo. «No
debemos hablar de valor material, si no histórico y cultural. La
asociación ha traído a Zafra dos piezas de un gran personaje que vivió
temporadas en Zafra y fue fundamental para la ciudad, sus donaciones de
obras de arte fueron importantes, así como lo fue su preocupación por
culminar la obra del mecenazgo de la Casa de Feria», asegura.
Está
previsto que en las próximas semanas se inaugure una exposición
dedicada al tercer duque de Feria, en la que se podrán contemplar estos
dos nuevos grabados, otros que se guarda otro grabado en depósito,
fotografías y otras reproducciones de cuadros.
El Museo Santa Clara les invita al tradicional Concierto de Otoño, que se celebrará el próximo viernes 8 de noviembre, a las 20:00 horas, en la iglesia conventual. La Coral Nuestra Señora de la Esperanza de Valencia del Ventoso, dirigida por D. Remedios Álvarez Mulero, se encargará de deleitarnos con una selección de su variado repertorio. Esperamos su asistencia.
Exvoto Clarisa orando ante un santo franciscano Óleo sobre lienzo 84 x 63 cm Finales del siglo XVII
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
Las palabras voto o exvoto se aplican a la ofrenda a la Virgen o a los santos hecha por un devoto, tras alcanzar un beneficio por su intercesión ante Dios.
Una de las variantes de dichas ofrendas puede ser una «tabla, ó pintura, en que se expressa el mismo beneficio, lo qual suele ponerse pendiente en las paredes ú techumbres de los Santuarios», como señala el Diccionario de Autoridades de 1739. Lo usual es que esta tipología pictórica lleve una leyenda en la base del cuadro en la que se relate la encomienda hecha y el favor obtenido. Pero, su ausencia en este lienzo no es la única anomalía observable. Sobre un fondo de verdura, los personajes representados son, por el hábito que visten, una monja clarisa, al parecer arrodillada y en actitud orante, y un santo franciscano, al que dirige sus súplicas, que abre sus brazos en actitud de acogimiento del sentir de la sor. Nada sabemos de la razón de ese fervor, ni nos es posible identificar al santo, pues carece de todo atributo que lo individualice dentro del santoral franciscano. Quizá por mostrarse barbilampiño, y encontrarnos en Extremadura, pudiéramos aventurar que se tratase de san Diego de Alcalá, canonizado en 1588, tal vez sea san Antonio de Padua, que lo fue en 1233. Más extraño sería que fuese san Pedro Regalado pues fue elevado a los altares en 1746.
El lienzo fue restaurado durante la Campaña de Verano de Restauración de 2014.
Horarios especiales octubre 2019 Con motivo de la Feria Internacional Ganadera de San Miguel, el Museo abre el lunes 7 de octubre, en horario de 10:00 a 14:00 horas, y cierra el martes 8 por ser fiesta local. El sábado 19 de octubre, el Museo estará abierto solo en horario de tarde (17:00-19:00 h.). Por la mañana se celebrará en la iglesia la profesión solemne de una hermana clarisa.
Óleo sobre lienzo 75.5 x 41.5 cm Mediados del siglo XVIII Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
Poco antes de la apertura del Museo, la restauración del lienzo La Santa Cena deparó una sorpresa y muchas incógnitas. Para tapar ciertos rasgones, se habían reutilizado trozos de otro destrozado: el retrato de una joven dama noble que parece interrogarnos con su mirada, mientras que en su mano sostiene tres pequeñas rosas rojas. Ataviada con una bata, quizá de terciopelo negro, lleva casaca ceñida y falda abullonada, combinando con volantes camiseros y faldones tal vez de tul blanco. Una apariencia discreta, que contrasta con la ostentación de un aderezo de oro y esmeraldas y un broche acorazonado de plata. De ejecución rápida, quizá retrate a una de las cuatro hermanas Montoya al tiempo de profesar en 1759. Originarias de Jerez de los Caballeros y descendientes de una noble y acaudalada familia, dejaron un importante legado artístico y bibliográfico al convento. De serlo, se trataría de Antonia, la mayor, que profesó cuando tenía quince años; las otras, Isabel, Sebastiana y María tenían catorce, trece y siete, respectivamente. El retrato, como muestra de vanidad, es infrecuente en los conventos de clarisas y en el de Zafra, único. Pero se conservan algunas series como la del convento de clarisas de La Laguna (Tenerife) que, acaso, buscan confrontar el lustre de la joven antes de su profesión con la decrepitud de los retratos fúnebres o mortuorios. Serían imágenes engañosas al recordar intramuros la sentencia bíblica: «Porque eres polvo y al polvo tornarás» (Gn 3 19).
Galería alta del Museo Hasta el 31 de octubre de 2019
El Museo
permanecerá cerrado de 12:00 a 12:30 horas de esta mañana como señal de condena
por la agresión machista sufrida por una joven hace unos días.
Por la misma
razón, se suspende la visita guiada que había prevista a esa hora.
Así, los
trabajadores y los guías podrán acudir a la concentración en repulsa de la
violencia machista y las agresiones sexuales que se celebrará a esa hora ante
el Ayuntamiento, en la plazuela del Pilar Redondo.
En 1586, llegaba a Zalamea de la Serena la talla de un Crucificado, que vino en llamarse de la Quinta Angustia, por el hospital en cuya pobre y pequeña capilla se colocó.
Años después, los milagros que se atribuían a su intercesión eran tantos y tanto el fervor que había suscitado que, para acoger a sus numerosos devotos, se inicia en 1606 la construcción de una nueva y enorme capilla con trazas del arquitecto real Francisco de Mora.
Como la fama de sus prodigios se siguió difundiendo, surgieron los encargos de estampas y cuadros piadosos que, como una réplica o verdadera imagen, representasen la talla, con el fin de llevar consuelo a quienes no podían acercarse a su santuario.
El lienzo es un "trampantojo a lo divino", un tipo de representación, frecuente en el Barroco, que reproduce la imagen de devoción en el espacio en el que se venera, rodeada de los enseres y adornos que le son propios y, a veces, una cartela o letrero identificativo, para que el devoto sienta su presencia real cuando ore ante ella.
Y tal como vemos se mostraba en su capilla a finales del Seiscientos: descubierto, con los velos y cortinas, que le cubrían cuando no estaba expuesto a la devoción, a los lados; la lámpara de azófar, la llamada "lámpara del milagro", con cuyo aceite se untaban los enfermos buscando sanación, al costado derecho; y el rótulo "S[anti]s[i]mo Xpto [Cristo] de Zalamea", sobre el patibulum de la cruz.
En el que se estrenará la composición "Dúo para el Señor San José" (1739, encontrada en al archivo del convento de Santa Clara de Zafra Museo Santa Clara - Iglesia conventual
Domingo 1 de septiembre de 2019, 20:30 horas
Entrada libre hasta completar aforo
El InDiCCEx reconstruye una composición musical del año 1739 conservada en el Museo del Convento de Santa Clara de Zafra.
Se trata de una cantada a dúo, una forma musical muy común en la España del s. XVIII integrada en este caso por un recitado, un aria y coplas. El documento fue catalogado en el año 1991 por el investigador y cronista de Zafra don José María Moreno González dentro del Fondo Santa Clara y ahora, gracias al Instituto Extremeño de Canto y Dirección Coral ha podido transcribirse. La partitura manuscrita se intitula "Dúo para el Señor San José" y en su portada figura la fecha de 1739. Como es habitual en este tipo de documentos las partes vienen sueltas y ha sido necesario reconstruir hasta ensamblar el contenido.
Esta labor de reconstrucción y transcripción ha sido llevada a cabo por Alonso Gómez Gallego, investigador, profesor y director de coro, y se enmarca en un proyecto de acción global sobre el patrimonio musical de la región que comenzó a desarrollar en el año 2007 con el nombre de “Extremadura y su Música”. Ahora, con respaldo de instituciones sólidas como Junta de Extremadura, comienza a producir resultados concretos como del que hoy se da cuenta.
De su autor poco sabemos aún. A falta de una investigación más exhaustiva podemos decir que la dedicación a San José y la simplicidad instrumental (dos voces con acompañamiento) refuerza la hipótesis de estar ante un maestro local. La documentación del convento podría despejar más adelante esta cuestión. De ser así, esta cantada sería la primera composición musical conocida -a día de hoy- de un maestro zafrense del antiguo Estado de Feria que aún se conserva en el mismo lugar para el que fue creada; aquel convento que nació del mecenazgo del primer Señor de Feria, Gómez I Suárez de Figueroa.
El trabajo de transcripción ha sido posible gracias al proyecto Extremadura y su Música / Programación Lírica Extremeña 2019 que desarrolla el Instituto Extremeño de Canto y Dirección Coral. Proyecto que en la actualidad está siendo respaldado y financiado por la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Extremadura y que, en este caso concreto, cuenta también con la necesaria colaboración del Museo Convento Santa Clara de Zafra y el Centro de Estudios del Estado de Feria.