domingo, 20 de diciembre de 2015

Certamen de Villancicos: imágenes

En la noche de ayer, 19 de diciembre, el Museo Santa Clara acogió el Certamen de Villancicos que organiza el grupo de Coros y Danzas "El Castellar" de Zafra. Fueron siete los grupos que interpretaron diferentes composiciones navideñas. Aquí les dejamos unas imágenes de los mismos y de la iglesia conventual llena por el público asistente.
Los grupos participantes han sido: Coro infantil "El Castellar", Coro "Humildad y Paciencia", Coro "Santiago Apóstol", Coro de Villancicos de  Bienvenida,  Coro "Dando la nota", Coro "Santa Lucía" de Puebla Sancho Perez y grupo titular Coros y Danzas " El Castellar".















Concierto de Navidad: imágenes

El pasado 18 de diciembre celebramos en el Museo el tradicional Concierto de Navidad, que estuvo a a cargo de la Coral "Santa Cecilia" de Zafra, dirigida por Toni Porras. A la excelente interpretación de los temas elegidos para esta ocasión, se sumó la asistencia de público que llenó la iglesia conventual.


 

viernes, 18 de diciembre de 2015

CERTAMEN DE VILLANCICOS


No lo olvideis, mañana sábado a las 20:00 h y en el Museo Santa Clara, se celebrará el Certamen de Villancicos del Grupo de Coros y Danzas "El Castellar".




CONCIERTO DE NAVIDAD

Hoy, en Museo Santa Clara. Iglesia conventual, 20:00 h. Tradicional Concierto de Navidad a cargo de la Coral Santa Cecilia de Zafra, dirigida por Toni Porras.




miércoles, 16 de diciembre de 2015

viernes, 11 de diciembre de 2015

BELÉN DEL MUSEO


Desde mañana, 12 de diciembre, puede visitarse el Belén del Museo.







































Está instalado en la planta alta del museo, en la llamada sala oscura.
El horario es de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 18:30 h. de martes a domingo.

Les recordamos que durante estas Navidades, y como es tradicional, el Museo cerrará los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1, 5 y 6 de enero. Y abrirá de forma extraordinaria el lunes 4 de enero.


viernes, 4 de diciembre de 2015

NAVIDAD 2015 EN EL MUSEO

En las próximas Navidades, el Museo Santa Clara tiene previstas las siguientes actividades:
 
 Miércoles 16 de diciembre:
CONFERENCIA
"Cerámica extremeña de la Edad Moderna en Zafra", a cargo de D. Rafael Caso Amador, arqueólogo y cronista oficial
Parador de Turismo, salón-capilla. 20:30 h.
Viernes 18 de diciembre:
CONCIERTO DE NAVIDAD
Coral Santa Cecilia de Zafra
Iglesia conventual de Santa Clara. 20:00 h.
Sábado 19 de diciembre:
CERTAMEN DE VILLANCICOS
Coros y Danzas "El Castellar"
Iglesia conventual de Santa Clara. 20:00 h.
 
BELENES
Además, a partir del 15 de diciembre podrán contemplar el belén del Museo y la exposición "Belenes del Mundo". en la Galería alta.
Y a partir del 23 de diciembre, el tradicional belén de la iglesia conventual.




martes, 1 de diciembre de 2015

PIEZA DEL MES - DICIEMBRE 2015

  


Niño Jesús Salvador del Mundo
Madera policromada
41 x 19 x 17 Ø cm
Escuela castellana
Finales del siglo XVI

Museo Santa Clara, Zafra



La imagen de Jesús niño en el regazo de su Madre surge ya en los primeros siglos cristianos, pero hemos de esperar al medievo para que, al tiempo que se esculpen las imágenes marianas más tiernas, se  escenifique el pesebre de Belén, en cuya difusión el franciscanismo tuvo un papel determinante.


En esas representaciones, Jesús, recién nacido y rodeado de sus padres y de dos bestias, abandona su iconografía cristológica tradicional para mostrarse como un niño más y evocar así la humanidad de su doble naturaleza.
Pronto, solo el Niño irá bastando para sugerir los pasajes evangélicos de su nacimiento o puericia: hechuras exentas que empiezan a generalizarse a partir del siglo XV y alcanzarán su máxima difusión y variedad iconográfica en los siglos XVII y XVIII.


La que contemplamos nos revela al infante como Salvator mundi. El Niño, desnudo y con una anatomía realista, muestra un rostro severo y transcendente. Su cuerpo erguido adopta una suave ondulación, a contrapposto, para guiar nuestra mirada hacia su mano derecha, que alza para bendecirnos; mientras que, con la otra, aguanta el globo terráqueo sobre el que derrama su poder omnímodo. 


Este paradigma, conocido también como Niño Redentor o cariñosamente “Niño de la bola”, tiene su analogía iconográfica en su traslación adulta con el Cristo del fin de la historia, con el Pantocrátor o Maiestas Dómini, imágenes que aluden a la parusía o segunda venida del Mesías al mundo.


Esta talla, que fue donada por Dª María del Rosario Díaz Juliá al Museo en 2009, procede del mercado de antigüedades. Ha perdido las potencias y la cruz sobre el orbe, probablemente de metal, y la peana que debió poseer.



 








Galería alta. Hasta el 31 de diciembre de 2015

domingo, 1 de noviembre de 2015

PIEZA DEL MES - NOVIEMBRE 2015






Arqueta-relicario de santa Inés
Madera, cristal y telas
15 x 22 x 16,5 cm
Siglo XVII

Monasterio de Santa María del Valle, Zafra


En la capilla de las Reliquias, que dotasen los duques de Feria en Santa Clara entre 1592 y 1612, se conserva esta arquilla-relicario que guarda un cráneo pequeño envuelto en seda roja y sencillos bordados. 


Desconocemos su origen pues no se reflejada en los inventarios. Tampoco posee ninguna inscripción identificadora, pero la tradición conventual apunta que pertenece a santa Inés. Una mártir niña de los primeros tiempos del cristianismo. 

Toda su historia transcurre en Roma. Narra el Flos Sanctorum que Inés, con tan solo trece años de edad, era tan hermosa que «fue vista de cierto Cavallero mozo, y muy rico, hijo de vn Prefecto de la Ciudad, el qual (…) començó á amarla perdidamente». Pero Inés ya tenía decidido su futuro: permanecer limpia y virgen al servicio de Jesucristo.


La enfermedad del enamorado y la autoridad de su padre buscaron doblegar su voluntad encerrándola en la casa de las vestales, vírgenes que servían al culto en el templo de la diosa Vesta. Pero no dio más fruto que su negativa a adorar al ídolo. 


A partir de entonces comenzó su martirio, con sucesivas pruebas de las que se salva milagrosamente hasta que es degollada el año 303, en tiempos del emperador Diocleciano. 


La arquilla que contiene la reliquia es sencilla y de hechura tumbal. Está decorada con pan de plata sobre el que, con pintura almagre y simulando un estofado, se han extendido flores y rameados inspirados en telas ricas del Quinientos. En una de los lados mayores, una vidriera permite ver el cráneo y, en los laterales, se repite la insignia franciscana de las cinco llagas en escudos a los que flanquean las llaves de san Pedro. 














Hasta el 30 de noviembre. Galería alta del Museo

jueves, 1 de octubre de 2015

PIEZA DEL MES - OCTUBRE 2015




Virgen del Pilar
Alabastro y plata
36 x 13,2 x 12,2 cm
Siglo XIX
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra



El 12 de octubre se celebra la fiesta de la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad por coincidir la fecha con la del Descubrimiento de América.


La historia pilarista, que hunde sus raíces en un secular proceso de tradicionalización, no encuentra datos fiables hasta finales del siglo XIII y se fecha en 1471 el documento que refiere por vez primera la aparición de la Virgen en carne mortal al apóstol Santiago. 


La devoción que se mantiene en un área local durante siglos, se extenderá por el resto de España a partir de mediados del Seiscientos. Ahora bien, será a lo largo del siglo XIX, tras la Guerra de la Independencia, cuando alcance su culto el mayor desarrollo. De entonces acá, la Pilarica ha visto aumentar sus devotos, sin poder evitar ser utilizada para acentuar el carácter sacro y de vertebración de ciertos movimientos políticos y nacionales.


Por lo mismo, será en esa centuria cuando más se difunda su imagen: esculturas, medidas o estampas servirán para satisfacer la fervorosa demanda que se iba generando.


Esta réplica de la Virgen del Pilar, que se conserva en la celda abacial del monasterio, fue labrada por entonces. Está esculpida en alabastro y compuesta por dos piezas que se ensamblan: una, la imagen mariana sobre nubes y la columna toscana y, otra, el pedestal de base cuadrilonga y laterales ataludados que sirve de base; a las que añadir habría la diminuta corona de plata con su aureola de rayos. 


Su carácter de trasunto piadoso lo refleja tanto la apariencia, como su alzada, pues mide treinta y seis centímetros, igual que la imagen original de la Virgen que se venera en la basílica de Zaragoza.

















Galería alta. Hasta el 31 de octubre

CUADERNOS DE ÇAFRA 2015


martes, 1 de septiembre de 2015

PIEZA DEL MES - SEPTIEMBRE 2015


Aureolas de santidad
Plata en su color cincelada
 

Nimbo:
19 cm Ø
Miguel María Palomino
Taller sevillano
1777-1829


Diadema:
18 x 21 cm
Sin marcas
¿Taller cordobés?
Finales del siglo XVIII o principios del XIX

Monasterio de Santa María del Valle, Zafra


Las imágenes de los santos, aunque también las de los dioses o héroes de la mitología antigua, se reconocen por los atributos que portan. Entre ellos los hay individuales, o propios del santo al que identifican, y genéricos o universales, que suelen ser comunes a todos los santos.


Entre estos últimos, el obligado es la aureola. Ya en 1726, era definida en el Diccionario de Autoridades como «la diadéma, esphéra, ò círculo de luz que se pone, ò con que se pintan las imágenes de los Justos que la Iglésia ha beatificado, ò canonizado, de quienes es señal distintiva». También se denomina nimbo, pero hubo que esperar a la edición del diccionario de 1884, para que se incluyese aceptando su sinonimia.

Su origen es helenístico. Un halo de rayos cercaba la cabeza de Apolo para denotar la luz que irradiaba como dios del sol. Los emperadores romanos, como signo de majestad, fueron los últimos en utilizarla en las monedas que acuñaban.


Para el cristianismo fue tan solo un préstamo, aunque se trocó su carácter divino en atributo de santidad. No por ello dejaron de usarlo los emperadores bizantinos para circundar sus cabezas en los mosaicos conmemorativos. En Occidente, antes del año mil, los hubo además cuadrados, que encarnaban la tierra e indicaban que el personaje estaba vivo. Y triangulares, pero con el tiempo solamente éstos lo llevan las imágenes del Padre Eterno.


Las dos piezas que contemplan, obras de talleres de platería andaluces a caballo de los siglos XVIII y XIX, evidencian su estética rococó en el uso de rocallas. 



miércoles, 1 de julio de 2015

PIEZA DEL MES - JULIO/AGOSTO 2015







Candelabros
Plata en su color, torneada, cincelada y grabados mecánicos
20,5 x 29 x 12 cm Ø base
Francisco de Paula Martos
Taller cordobés
1816
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra

Marcas:
Del artífice Francisco de Paula Martos (F/MARTOS), del contraste Diego de la Vega y Torres (VEGA/16) y el león rampante de Córdoba.





Con la noche, las casas era necesario iluminarlas y las familias acomodadas usaban una serie de piezas, entre las que candelabros y candeleros eran las más usuales.
En las salas de recibo eran labradas en plata, lo que devela su gusto por la fastuosidad; mientras que en las privativas eran o podían ser de otros materiales menos costosos.
La diferencia entre ambas estriba en que los candeleros solo sostienen una candela y los candelabros tienen dos o más brazos para aguantar otras tantas.
Los candelabros eran muy usuales en el mundo antiguo, desde el candelabro de los siete brazos colocado ante el tabernáculo del Templo de Jerusalén a los que colmaban los templos griegos o romanos. Pero, la liturgia de la Iglesia católica no los permite sobre el altar, donde han de usarse solo candeleros.
Este juego, que se expone, sigue modelos de la platería civil de la época de Carlos IV. Son piezas versátiles ya que puede usarse indistintamente con tan solo quitar los brazos: así podían ser utilizados tanto para iluminar estancias, como el altar del oratorio familiar.  
Constan de peana circular con cenefas de ondas, palmetas y contarios, astil cilíndrico inspirado en una columna; sobre él que se inserta la pieza formada por dos brazos muy sobrios, en forma de S, que sostienen los mecheros. 
Estas piezas del platero Francisco de Paula Martos y Román (1775-1850), uno de los más afamados artífices del neoclasicismo cordobés, probablemente fueron donadas al convento por alguna familia devota.