domingo, 13 de abril de 2014

CAMBIOS ICONOGRÁFICOS EN LA IGLESIA



Hace apenas unos días, la comunidad clariana del convento acordó colocar para la veneración pública el Cristo yacente que guardaban en la clausura. Una imagen muy querida entre los zafrenses, ya que procesionaba en el Santo Entierro de la Semana Santa de la ciudad.


Su colocación lógica dentro de la iglesia, atendiendo a aspectos iconográficos y devocionales, es junto a la Virgen de los Dolores, la imagen mariana que lo acompañaba en dicho desfile procesional. Pero, como el retablo en el que se encontraba no podía acoger al Cristo, la comunidad ha decidido ubicar ambas en el retablo que hasta la fecha ocupaba la imagen de san Diego de Alcalá y trasladar la imagen del santo al otro, tal y como pueden ver en las fotografías adjuntas.

Esta recolocación se ha realizado en la consideración de que no se atenta contra el patrimonio por lo siguiente: Las imágenes originales de dichos retablos han desaparecido. La de san Diego fue colocada en los años setenta del pasado siglo, para sustituir una de san Antonio realizada en Olot y la imagen de la Dolorosa, obra del siglo XVIII, tampoco era la original del retablo, realizado muchos años antes para acoger una imagen mariana de vestir, como se advierte por la forma del estofado del fondo de la hornacina.







martes, 1 de abril de 2014

PIEZA DEL MES - ABRIL 2014



San Buenaventura

Relieve en madera, policromado y estofado
61 x 60 x 32,5 cm
Alonso Rodríguez Lucas  y Diego Díaz
1670-1672

Monasterio de Santa María del Valle, Zafra

 














Aún vivía Francisco de Asís, cuando nace, en un pequeño lugar de la Toscana (Italia), Juan de Fidanza (1221-1274); quien, siendo muy joven, cambiaría su nombre por el de Buenaventura al profesar en la Orden de los Hermanos Menores.

Formado como teólogo en la universidad de París, de la que llegó a ser profesor, fue elegido ministro general de la Orden y consagrado cardenal. Participó en el concilio de Lyon, buscando la unión infructuosamente de las iglesias católica y ortodoxa.

Fue Buenaventura fraile humilde y sabio, que legó una importante obra teológica, mística y exegética. Pero serán sus libros orientados a la religiosidad franciscana, sobre todo las Leyendas Mayor y Menor, que cuentan la vida de san Francisco, los que le darán el sobrenombre de Doctor Seráfico.

Y como escritor está representado en este relieve de escuela sevillana: vestido con el hábito franciscano, imberbe, en una mano lleva un cuaderno y con la otra sostendría una pluma. Un nimbo carmesí, alusivo al capelo cardenalicio, rodea su cabeza.

La pieza formó parte del retablo mayor de la iglesia conventual, fabricado entre 1670 y 1671 por el taller de Alonso Rodríguez Lucas, que se encargó de la talla y el ensamblaje. Mientras que el dorado y la policromía, realizados en 1672, corrió a cargo de Diego Díaz.

La pieza fue retirada del retablo en 1711, al ocupar su espacio el dosel de la hornacina que acoge a la Virgen del Valle. Una idea de la disposición original, nos la ofrece el retablo mayor de las carmelitas de Fuente de Cantos, ejecutado en 1675 por Juan Martínez de Vargas, al que se obligó a seguir fielmente el modelo zafrense.


Restaurada en 2013-14 por  el equipo dirigido por D. Francisco José Sánchez Concha y  Dª. María Dolores Zambrana Vega, del Departamento de Pintura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla.
Con el apoyo de la Consejería de Educación y Cultura del Gobierno de Extremadura, del Excelentísimo Ayuntamiento de Zafra y de la Asociación de Amigos del Museo y del Patrimonio de Zafra.


 Vid. en la página web del Museo