lunes, 1 de julio de 2024

PIEZA DEL MES / JULIO-AGOSTO 2024


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Rosas de Jericó
Madera, tinta, papel, restos óseos y de lacre, un fragmento de tisú y dos rosas de Jericó
3.2 x 7.5 cm
Siglo XIX

Monasterio de Santa María del Valle, Zafra

 

En el relicario conventual existe una cajita ovalada, fabricada con listas delgadas de madera, que serviría para un envío por mensajería, dados los restos del sello de lacre que la cerraba, y las monjas aprovecharon como contenedor donde guardar «dos flores/ de Jerico», como indica el rótulo decimonónico en tinta, casi desvaída, de su tapa.

Esta flor o rosa de Jericó, conocida científicamente como Anastatica hierochuntica, es una hierba pequeña de tamaño y corta de raíces, que habita en zonas áridas del Próximo Oriente y desiertos del norte de África. Una hierba que resiste tanto la sequedad que es capaz de retraerse adquiriendo un aspecto leñoso y de reverdecer en contacto con la humedad. Cuando se contrae adquiere forma esférica, para guardar sus semillas, y el viento fácilmente puede arrancarla y rodarla, convirtiéndola en una planta viajera que va diseminando sus semillas por estepas y desiertos.

La razón de conservarse ejemplares en un relicario estriba en su consideración como planta cristológica, por lo que también se conoce como flor de la resurrección, al suponer su capacidad de morir y volver a la vida. Alrededor de ella, se tejieron leyendas piadosas como la que habla de que, con la muerte de Cristo, se secaron, muriendo con él, y pasados tres días, al resucitar, volvieron a florecer para anunciar la alegría de su victoria sobre la muerte. También se ha relacionado con la Virgen María y, quizá por ello, se la consideraba propicia para el alumbramiento, colocando alguna sobre el vientre de la parturienta.

 

 

 

 

 

 

 

 

Galería alta
Hasta 31 de agosto de 2024


martes, 18 de junio de 2024

EXPOSICIÓN TEMPORAL

LA BOTICA EN LA EXPEDICIÓN DE MAGALLANES Y ELCANO
Exposición temporal del 22 de junio al 29 de julio de 2024


Conferencia inaugural 

A cargo de los comisarios de la exposición a cargo de Dr. D. Cecilio J. Venegas Fito, decano del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz. Dr. D. Antonio Ramos Carrillo, Museo de Historia de la Farmacia de la Universidad de Sevilla y D. Javier García Veiga, farmacéutico y navegante.

Sábado, 22 de junio, 12:00 h. capilla conventual


La primera vuelta al mundo

En 1519 y al servicio de Carlos I, el portugués Hernando de Magallanes, o Fernão de Magalhães, partía del puerto de Sevilla capitaneando una expedición que buscaba abrir una ruta comercial que alcanzase las Indias Orientales atravesando los océanos Atlántico y el Pacífico. En su camino descubrió un canal natural navegable, al que se dio su nombre, y realizó la primera circunnavegación europea de la Tierra.

Tras su muerte en Filipinas en 1521, se hace cargo de la expedición Juan Sebastián Elcano que regresó a España al año siguiente al decidir navegar hacia el oeste atravesando el océano Indico y circunvalando el continente africano.

La expedición fue muy costosa en vidas. El hambre, las enfermedades, los temporales, las insurrecciones y ciertos enfrentamientos con nativos hicieron que de los 239 hombres que salieron, sólo 18 recalaran el 6 de septiembre de 1522, a bordo de la nao Victoria, en Sanlúcar de Barrameda, la única de las seis que culminó la hazaña.

500 años después: un libro y una exposición

Con motivo del quinto centenario de la primera vuelta al mundo, se montó esta exposición que se sustenta en el libro «La botica en la expedición de Magallanes y Elcano», de los doctores en Farmacia por la Universidad de Sevilla, Cecilio J. Venegas y Antonio Ramos. En dicha publicación se reproduce facsimilarmente el documento custodiado en el Archivo General de Indias con la relación de las medicinas embarcadas, junto con su transcripción y estudio.

En la exposición recrean los remedios que portaban en la expedición, como el ungüento confortativo, la atutía o los polvos de diamargaritón, así como el utillaje propio farmacéutico en forma de balanzas, caja de preparación de medicamentos, morteros, albarelos… Acoge, también, entre otros materiales, mapas facsímiles, una reproducción de la nao 'Victoria', astrolabio, vasijas… Y especias que trajeron, no olvidemos que fue una expedición comercial, como la nuez moscada, el azafrán, la pimienta negra, el sándalo, el jengibre o la canela.

Un boticario

Tanto el libro, como la exposición, versan sobre el farmacéutico sevillano Juan Bernal. Quien, aunque tenía su botica en el barrio sevillano de San Andrés, embarcó en las cinco naves con las que arrancó la expedición llevando hasta sesenta tipos de medicamentos por los que le pagaron 13 000 maravedíes.

Bernal era una persona destacada en los ambientes científicos y económicos de la Sevilla del XVI, lo que conectaba su trabajo directamente con el Nuevo Mundo. A pesar de sus avanzados conocimientos, los medicamentos que fueron embarcados en las naves poco pudieron hacer para salvar la vida a la mayoría de los hombres que se enrolaron en la expedición de Magallanes. Fueron cayendo uno a uno por enfermedades como el escorbuto y, sobre todo, por la falta de suministros y lo desesperada que llegó a ser la situación en varios momentos de la vuelta al globo.

Y a la vuelta

En el viaje de vuelta, Elcano y sus hombres desembarcaron especias desconocidas para Europa que trajeron del Pacífico y abrirán un acceso fácil a nuevas plantas, nuevos conocimientos y nuevas tierras para todo el continente. Especias que además de servir para aromatizar los alimentos, como la pimienta, el clavo o la canela, encontraron otras tantas con características terapéuticas, antisépticas y conservantes, entre otras, como el azafrán, con propiedades digestivas, antioxidantes, respiratorias y cardiovasculares; la canela, antiagregante y antitrombótico; jengibre, antiinflamatorio, analgésico y con propiedades para proteger el hígado y paliar las náuseas; la nuez moscada, antibacteriano y antiinflamatorio; y la pimienta, que en el pasado se usaba como tratamiento para la gonorrea y la bronquitis crónica.

 

La exposición «La botica en la expedición de Magallanes y Elcano» trata, con piezas escogidas, de dar al visitante una idea fehaciente de cómo era la navegación de la época y qué medicamentos, útiles y especias se utilizaban.



sábado, 1 de junio de 2024

PIEZA DEL MES / JUNIO 2024


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alegoría del Sagrado Corazón
Estampa calcográfica
Entalladura
11.6 x 8.2 cm
Siglo XVIII
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra



El corazón, desde antiguo, ha sido considerado por los cristianos como un símbolo del amor divino. Ya en el medievo, San Bernardo hablaba del «dulcísimo corazón de Jesús»; pero, hemos de esperar a finales del siglo XVI para ver representada una cardiomorfosis, el corazón anatómico de Jesús rodeado símbolos de su Pasión.

Su culto litúrgico se inicia en 1668 con san Juan Eudes, siendo las visiones de santa Margarita María Alacocque, a partir de 1673, y el auspicio de los jesuitas la base de su devoción. Sin embargo, su iconografía como Cristo cardióforo, el que nos muestra en sus manos o en el pecho un corazón en llamas, no lo hace hasta 1780 cuando el italiano Pompeo Batoni lo pinta para la reina viuda de Portugal.

Entre tanto, las imágenes alegóricas buscarán acrecentar entre los fieles la devoción al Sagrado Corazón. Un ejemplo es esta estampa que nos muestra, en una composición que asemeja la de una custodia u ostensorio, un corazón, que se identifica con el de Jesús por la impronta de la curva y sangrante llaga de la lanzada, la corona de espinas y la cruz, flotando sobre un cáliz llameante entre nubes y brillantes rayos. Una imagen, que se sirve de ciertos símbolos de la Pasión de Cristo, para evocar tanto el misterio Eucarístico como su ardiente amor a la humanidad, hasta el punto de ofrecerse como víctima propiciatoria. 

Es probable que esta ilustración, hoy recortada, formase parte de una hoja o de un pliego de cordel, que contendría coplas o composiciones poéticas que revelarían a los lectores u oyentes su críptico significado devocional.

 

 

 
 
 
 
 
 
 
Galería alta
Hasta el 30 d3 junio de 2024