LA BOTICA EN LA EXPEDICIÓN DE MAGALLANES Y ELCANO
Exposición temporal del 22 de junio al 29 de julio de 2024
Conferencia inaugural
A cargo de los comisarios de la exposición a cargo de Dr. D. Cecilio J. Venegas Fito, decano del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz. Dr. D. Antonio Ramos Carrillo, Museo de Historia de la Farmacia de la Universidad de Sevilla y D. Javier García Veiga, farmacéutico y navegante.
Sábado, 22 de junio, 12:00 h. capilla conventual
La primera vuelta al mundo
En 1519 y al servicio de Carlos I, el portugués Hernando de
Magallanes, o Fernão de Magalhães, partía del puerto de Sevilla capitaneando una
expedición que buscaba abrir una ruta comercial que alcanzase las Indias Orientales
atravesando los océanos Atlántico y el Pacífico. En su camino descubrió un
canal natural navegable, al que se dio su nombre, y realizó la primera
circunnavegación europea de la Tierra.
Tras su muerte en Filipinas en 1521, se hace cargo de la
expedición Juan Sebastián Elcano que regresó a España al año siguiente al
decidir navegar hacia el oeste atravesando el océano Indico y circunvalando el
continente africano.
La expedición fue muy costosa en vidas. El hambre, las
enfermedades, los temporales, las insurrecciones y ciertos enfrentamientos con
nativos hicieron que de los 239 hombres que salieron, sólo 18 recalaran el 6 de
septiembre de 1522, a bordo de la nao Victoria, en Sanlúcar de Barrameda, la
única de las seis que culminó la hazaña.
500 años después: un libro y una exposición
Con motivo del quinto centenario de la primera vuelta al
mundo, se montó esta exposición que se sustenta en el libro «La botica en la
expedición de Magallanes y Elcano», de los doctores en Farmacia por la
Universidad de Sevilla, Cecilio J. Venegas y Antonio Ramos. En dicha publicación
se reproduce facsimilarmente el documento custodiado en el Archivo General de
Indias con la relación de las medicinas embarcadas, junto con su transcripción
y estudio.
En la exposición recrean los remedios que portaban en la
expedición, como el ungüento confortativo, la atutía o los polvos
de diamargaritón, así como el utillaje propio farmacéutico en forma de
balanzas, caja de preparación de medicamentos, morteros, albarelos… Acoge,
también, entre otros materiales, mapas facsímiles, una reproducción de la nao
'Victoria', astrolabio, vasijas… Y especias que trajeron, no olvidemos que fue
una expedición comercial, como la nuez moscada, el azafrán, la pimienta negra,
el sándalo, el jengibre o la canela.
Un boticario
Tanto el libro, como la exposición, versan sobre el
farmacéutico sevillano Juan Bernal. Quien, aunque tenía su botica en el barrio
sevillano de San Andrés, embarcó en las cinco naves con las que arrancó la
expedición llevando hasta sesenta tipos de medicamentos por los que le pagaron
13 000 maravedíes.
Bernal era una persona destacada en los ambientes
científicos y económicos de la Sevilla del XVI, lo que conectaba su trabajo
directamente con el Nuevo Mundo. A pesar de sus avanzados conocimientos, los
medicamentos que fueron embarcados en las naves poco pudieron hacer para salvar
la vida a la mayoría de los hombres que se enrolaron en la expedición de
Magallanes. Fueron cayendo uno a uno por enfermedades como el escorbuto y,
sobre todo, por la falta de suministros y lo desesperada que llegó a ser la
situación en varios momentos de la vuelta al globo.
Y a la vuelta
En el viaje de vuelta, Elcano y sus hombres desembarcaron especias
desconocidas para Europa que trajeron del Pacífico y abrirán un acceso fácil a
nuevas plantas, nuevos conocimientos y nuevas tierras para todo el continente. Especias
que además de servir para aromatizar los alimentos, como la pimienta, el clavo
o la canela, encontraron otras tantas con características terapéuticas,
antisépticas y conservantes, entre otras, como el azafrán, con propiedades
digestivas, antioxidantes, respiratorias y cardiovasculares; la canela,
antiagregante y antitrombótico; jengibre, antiinflamatorio, analgésico y con
propiedades para proteger el hígado y paliar las náuseas; la nuez moscada,
antibacteriano y antiinflamatorio; y la pimienta, que en el pasado se usaba
como tratamiento para la gonorrea y la bronquitis crónica.
La exposición «La botica en la expedición de Magallanes y
Elcano» trata, con piezas escogidas, de dar al visitante una idea fehaciente de
cómo era la navegación de la época y qué medicamentos, útiles y especias se
utilizaban.