martes, 1 de marzo de 2011

PIEZA DEL MES DE MARZO

TESOROS DE LA COLEGIAL INSIGNE
Cuarto centenario (1609-1612)

Candeleros

Plata parcialmente dorada, repujada, cincelada, punteada y fundida

67 x 19 x19 cm

José Blas Rivero

Taller badajocense

1785

Parroquia de la Candelaria, Zafra

Marcas: del artífice (RIVErO), del contraste Antonio de Arze (ARZE), de la ciudad de Badajoz (columna y león rampante) y el cronológico (85).

El término colegial o colegiata «se dice o se aplica a la Iglesia que tiene Canónigos, y no es Cathedral», pero en la que se celebran los oficios divinos como si fuera tal.

La bula pontificia de elevación de la iglesia de Zafra a colegial disponía que el capítulo eclesiástico estaría compuesto por cuatro dignidades -un abad secular, el arcediano de Feria, un chantre y un tesorero-, doce canonjías o prebendas, ocho racioneros y ocho capellanes.

El abad, que se reservaba la presidencia del cabildo, podía usar los atributos pontificales -mitra, báculo o anillo- en las ceremonias religiosas. Y con ellos se nos muestra el sexto abad don Benito Pablo Avecilla (1694-1714), en el lienzo procedente de la Colegial Insigne, que se expone en la sala 3 del Museo.

La mitra, que es ornamento de la cabeza, tiene un origen oriental y muy antiguo y al estar «dividida en dos partes, -escribía Covarrubias-, tiene muchos misterios e interpretaciones, y entre ellas es una la noticia que debe tener de uno y otro Testamento». El báculo pastoral simboliza la facultad de «regir, gobernar, dirigir y castigar, y hacer todo lo conducente al gobierno espiritual» de la feligresía encomendada al abad.

En estos candeleros, mitra y báculo, como símbolos abaciales, aparecen junto al búcaro de azucenas propio de la Virgen de la Candelaria como titular de la iglesia colegial. Forman parte de un juego de altar compuesto de seis piezas idénticas y una cruz, que se utilizaba como servicio de altar en las solemnidades litúrgicas.

Este esbelto conjunto es obra del platero José Blas Rivero (1747-1817), un excepcional artífice que fue maestro de platería de la catedral de Badajoz. Por las siete piezas, que terminó en 1786, cobró algo más de veinticuatro mil reales. De su mano se conservan una custodia y un copón expuestos en la sala 2 del Museo.

Juan Carlos Rubio Masa