Terminado el año y hecho el recuento de visitantes, el Museo Santa Clara
ha vuelto a superar las cifras de años anteriores. Por el Museo han
pasado en este año de 2019, que a punto está de acabar, 25.870
visitantes, superando en unos cuatro mil quinientos a 2018.
¡Vamos creciendo, vamos superándonos!
Paz y bien en el 2020.
Os esperamos con las puertas abiertas en el nuevo año.
martes, 31 de diciembre de 2019
viernes, 20 de diciembre de 2019
jueves, 12 de diciembre de 2019
domingo, 8 de diciembre de 2019
Belén franciscano en el Museo
El Belén ha sido realizado por Manuel Espejo Mármol y Miguel Ángel Sánchez Jiménez, en compañía de su profesor Francisco José Sánchez Concha. Todos de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla.
Se encuentra en la grada conventual y puede visitarse hasta el 12 de enero en el horario del Museo
Pueden acceder desde aquí a un vídeo explicativo del mismo a cargo del director del Museo y realizado por Bapiga con la colaboración del periodista Víctor Pavón.
viernes, 6 de diciembre de 2019
NRA. SRA DE LOS REMEDIOS EN EL ALTAR MAYOR
La imagen de Nuestra Señora de los Remedios, recientementemente restaurada y expuesta en el Museo, ha pasado a ocupar un espacio en el altar mayor de la iglesia conventual, en tanto, se busca acomodo permanente para su veneración por los fieles.
Si de la restauración de la imagen se ocuparon graduados de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, su atavío es obra de María Camúñez y Andrés Malpica. Nuestra gratitud a ambos equipos por rescatar una imagen de honda tradición en Zafra.
De la imagen decíamos que era obra de finales del siglo XV o principios del siglo XVI y presidía su retablo situado en el brazo meridional del crucero de la antigua Colegial.
El retablo de “Los Remedios” es una pieza de traza clasicista que enmarca nueve lienzos de Zurbarán y su taller. En su única hornacina, hasta los pasados años setenta, se veneraba esta imagen que fue, entonces, retirada del culto por considerarse carente de valor artístico. Se trata, sin embargo, del icono mariano que mayor devoción concitaba en la Zafra de la Edad Moderna por su fama milagrosa. Su rostro ovalado de expresión solemne, su sonrisa intuida y sus afectuosas manos de dedos largos y delicados, nos hablan del hacer imaginero aún medievalizante.
La talla procede de la iglesia que hubo en medio de la actual plaza Grande. Dentro se encontraba el “altar de San Ildefonso”, en él que obtendría cobijo, que mantuvo en el que se instaló, décadas después, con idéntica advocación en el nuevo templo. Así refiere un inventario de 1633, realizado diez años antes de que Alonso de Salas Parra encargase el retablo zurbaranesco. Desde el siglo XVI hasta finales del XVIII, la Virgen procesionaba el Jueves Santo, enlutada, acompañando al Cristo yacente, en la comitiva penitencial de la cofradía de la Vera Cruz. Pero desde los años sesenta, despreciada, primero, e ignorada, después, ha permanecido en un almacén parroquial deteriorándose hasta que ha sido rescatada y restaurada a la espera de volver al retablo al que da nombre.
Reportaje fotográfico:
lunes, 2 de diciembre de 2019
PIEZA DEL MES / DICIEMBRE 2019
Adoración de los pastores
Aguafuerte y buril sobre papel verjurado
33 x 22 cm
Juan Antonio Salvador Carmona
Madrid
1772-1794
En Missale romanum: ex decreto Sacrosancti Concilii Tridentini restitutum Sancti Pii Papae Quinti iussu editum, Summorum Pontificum Clementis Octaui, et Urbani itidem Octaui, auctoritate recognitum, et noui missis ex indulto apostolico hucusque concessis auctum. Matriti. Viduam, et filium Petri Marin: sumptibus Regiae Societatis 1794.
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
Sólo en el Evangelio de Lucas (2 8-20) se narra la visita de los pastores a Jesús recién nacido.
José y María encinta, ya en Belén, a donde fueron a empadronarse desde Nazaret, al no encontraron posada, se cobijaron en un establo en el que, cumplido el tiempo, alumbró a un varón.
Cerca, unos pastores recibieron la visita del «Ángel del Señor», que les anunció el nacimiento del Salvador y les sugirió que, para hallarlo, habrían de ver «un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
El final del pasaje evangélico, los pastores adorando al Niño Dios, es la escena mostrada en este grabado de Juan Antonio Salvador Carmona (1740-1805), que aparece ya en la primera edición del Misal Romano publicado por la Real Compañía de Impresores y Libreros de Madrid en 1776.
En la estampa, la Virgen retira delicadamente unos paños para mostrar a su Hijo. Una luz mística, que brota del Niño, inunda la escena y permite ver la admiración de los pastores, de la mujer del cántaro e, incluso, del perrillo al contemplar el prodigio. Detrás, un anciano José y, casi ocultos, la mula y el buey que según la tradición dieron calor al divino infante.
Juan Antonio, sobrino del célebre escultor Luis Salvador Carmona, escribió una autobiografía en la que comenta que se sirvió para esta composición, lo mismo que para las otras del Misal, de unas estampas grabadas en 1764 por su hermano mayor y maestro Manuel.
Aguafuerte y buril sobre papel verjurado
33 x 22 cm
Juan Antonio Salvador Carmona
Madrid
1772-1794
En Missale romanum: ex decreto Sacrosancti Concilii Tridentini restitutum Sancti Pii Papae Quinti iussu editum, Summorum Pontificum Clementis Octaui, et Urbani itidem Octaui, auctoritate recognitum, et noui missis ex indulto apostolico hucusque concessis auctum. Matriti. Viduam, et filium Petri Marin: sumptibus Regiae Societatis 1794.
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
Sólo en el Evangelio de Lucas (2 8-20) se narra la visita de los pastores a Jesús recién nacido.
José y María encinta, ya en Belén, a donde fueron a empadronarse desde Nazaret, al no encontraron posada, se cobijaron en un establo en el que, cumplido el tiempo, alumbró a un varón.
Cerca, unos pastores recibieron la visita del «Ángel del Señor», que les anunció el nacimiento del Salvador y les sugirió que, para hallarlo, habrían de ver «un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
El final del pasaje evangélico, los pastores adorando al Niño Dios, es la escena mostrada en este grabado de Juan Antonio Salvador Carmona (1740-1805), que aparece ya en la primera edición del Misal Romano publicado por la Real Compañía de Impresores y Libreros de Madrid en 1776.
En la estampa, la Virgen retira delicadamente unos paños para mostrar a su Hijo. Una luz mística, que brota del Niño, inunda la escena y permite ver la admiración de los pastores, de la mujer del cántaro e, incluso, del perrillo al contemplar el prodigio. Detrás, un anciano José y, casi ocultos, la mula y el buey que según la tradición dieron calor al divino infante.
Juan Antonio, sobrino del célebre escultor Luis Salvador Carmona, escribió una autobiografía en la que comenta que se sirvió para esta composición, lo mismo que para las otras del Misal, de unas estampas grabadas en 1764 por su hermano mayor y maestro Manuel.
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Del 2 al 31 de diciembre de 2019
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