viernes, 1 de noviembre de 2024

PIEZA DEL MES / NOVIEMBRE 2024


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cruz palestina
Madera de olivo, nácar y cuerda
18.7 x 8.8 x 0.9 cm
Belén. Tierra Santa
Taller palestino
Siglo XVIII
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra



En Tierra Santa, desde el siglo XVII, se va desarrollando una industria artesanal de objetos devocionales con destino a los peregrinos que acudían a los Santos Lugares, que tuvo en Belén su principal centro productor. 

Los franciscanos que habitaban en el convento, sito junto a la Basílica de la Natividad, dada la importante comunidad de cristianos de la ciudad, incentivaron la enseñanza y la práctica de la taracea o embutido en la madera de olivo local de placas de nácar o madreperla, procedente del Mar Rojo. Una técnica artesana que provenía de la ornamentación de muebles en tierras de Siria y Líbano.

En uno de esos talleres palestino-cristianos se hizo esta cruz, pensada para ir colgada del pecho del devoto en su peregrinar o de un clavo en una alcoba o celda monástica a su vuelta. Para fabricarla, el artesano cajea todo el frente de la madera para incrustar pedazos rectangulares de nácar sobre los que, después, graba los motivos iconográficos que tiñe con tinta negra para resaltarlos.

Como símbolo esencial de todos los cristianos, la cruz es el objeto devocional más reproducido, en el que es habitual su trazo ingenuo, pero emotivo de las representaciones. En esta, el crucificado simula estarlo sobre una cruz arbórea; por cima, el tablero con el INRI y, a los lados del "patibulum", dos de los instrumentos de la Pasión: las tenazas y el martillo. Y, en la parte baja del "stipe", su Madre, cuyo inmenso dolor evoca el puñal que traspasa su pecho.

 

Hasta el 30 de noviembre de 2024
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PIEZA INVITADA / NOVIEMBRE 2024- ENERO 2025


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El "Libro Diario de Gastos" de la embajada a Persia de Don García de Silva y Figueroa
Papel y tinta

Isfahán (Irán), 29 de abril al 4 de mayo de 1619
AHMZ, Fondo Municipal, Cofradía de la Caridad


Nacido en Medina de las Torres en 1548 en una familia muy cercana a los duques de Feria, pronto se establecería en Zafra, donde discurrió la mayor parte de su vida.
Entró al servicio de la Corona en 1595 al ser nombrado corregidor de Andújar y Jaén, y posteriormente de Toro y Badajoz. En 1609 se encaminó a la corte a la espera de destino. Para entonces contaba con más de sesenta años. 

En ese tiempo, se estaba pergeñando una posible alianza con la Persia Safávida para contrarrestar el poder de los turcos. Se organizó una embajada al frente de la cual el Consejo de Estado designó, en octubre de 1612, a Don García.  

La comitiva partió de Lisboa en abril de 1614. Tras una larga travesía se entrevistaría por primera vez con el sha Abbas I en junio de 1618 en Qasvin y una segunda un año después en Isfahán. A su conclusión, Don García inicia el retorno, pero nunca arribará a la península ibérica, pues muere el 22 de julio de 1624 en alta mar.

La legación no deparó ningún resultado político. En cambio, Don García dejó unos preciosos "Comentarios", que le depararían la fama y la posteridad, en los que recogió sus impresiones sobre los distintos lugares por los que transitó. Destacando lo concerniente a la antigua Persépolis.  

No obstante, no sería el único legado documental. En el Archivo Histórico Municipal de Zafra se conserva parte (30 de abril al 11 de mayo de 1617 y 1 de enero de 1619 a 20 de mayo de 1620) del "Libro Diario de Gastos", que contiene las distintas partidas que fue desembolsando y que ofrece una perspectiva distinta de una empresa irrealizable.

 

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Hasta el 31 de enero de 2025