Viacrucis del coro. Estaciones I y XIV
Madera, nácar y tinta
28 x 26 cm
Taller palestino
Siglo XVIII
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
El viacrucis o «camino de la cruz» es una práctica piadosa que rememora la Pasión de Cristo. Se ejercita yendo los devotos orando en grupo y haciendo catorce paradas o estaciones en las que contemplan y meditan sobre el sufrimiento de Jesús desde su condena hasta su muerte y sepultura.
Aunque su rezo era antiguo en Jerusalén, serán los franciscanos, como guardianes de los Santos Lugares, quienes lo definan y difundan tras obtener, en el Seiscientos, el privilegio papal de erigir estaciones en sus iglesias para permitir a los fieles ganar las mismas indulgencias que peregrinando a Tierra Santa.
Las estaciones expuestas, la primera «Jesús es condenado a muerte» y la última «Jesús es colocado en el sepulcro», están realizadas en madera con placas incrustadas de nácar o madreperla, grabadas a buril y tintados los surcos de negro, rojo o verde.
Fueron hechas en un taller de Belén por palestinos cristianos, a los que los franciscanos enseñaron la talla del nácar, como un medio de subsistencia al destinar su producción a la venta entre los peregrinos que acudían a los Santos Lugares.
Galería alta del Museo
Hasta el 30 de noviembre de 2018