Aguafuerte y buril sobre papel verjurado
33 x 22 cm
Juan Antonio Salvador Carmona
Madrid
1772-1794
En Missale romanum: ex decreto Sacrosancti Concilii Tridentini restitutum Sancti Pii Papae Quinti iussu editum, Summorum Pontificum Clementis Octaui, et Urbani itidem Octaui, auctoritate recognitum, et noui missis ex indulto apostolico hucusque concessis auctum. Matriti. Viduam, et filium Petri Marin: sumptibus Regiae Societatis 1794.
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
Sólo en el Evangelio de Lucas (2 8-20) se narra la visita de los pastores a Jesús recién nacido.
José y María encinta, ya en Belén, a donde fueron a empadronarse desde Nazaret, al no encontraron posada, se cobijaron en un establo en el que, cumplido el tiempo, alumbró a un varón.
Cerca, unos pastores recibieron la visita del «Ángel del Señor», que les anunció el nacimiento del Salvador y les sugirió que, para hallarlo, habrían de ver «un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
El final del pasaje evangélico, los pastores adorando al Niño Dios, es la escena mostrada en este grabado de Juan Antonio Salvador Carmona (1740-1805), que aparece ya en la primera edición del Misal Romano publicado por la Real Compañía de Impresores y Libreros de Madrid en 1776.
En la estampa, la Virgen retira delicadamente unos paños para mostrar a su Hijo. Una luz mística, que brota del Niño, inunda la escena y permite ver la admiración de los pastores, de la mujer del cántaro e, incluso, del perrillo al contemplar el prodigio. Detrás, un anciano José y, casi ocultos, la mula y el buey que según la tradición dieron calor al divino infante.
Juan Antonio, sobrino del célebre escultor Luis Salvador Carmona, escribió una autobiografía en la que comenta que se sirvió para esta composición, lo mismo que para las otras del Misal, de unas estampas grabadas en 1764 por su hermano mayor y maestro Manuel.
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Del 2 al 31 de diciembre de 2019