domingo, 2 de septiembre de 2018

DIEZ AÑOS DESPUES EL CRISTO DEL POZO REGRESA AL MUSEO



























Diez años después el Cristo del Pozo vuelve al Museo Santa Clara

En septiembre de 2008, el Cristo del Pozo y su retablillo estuvieron expuestos en el Museo como Pieza del Mes. Ahora, exactamente diez años después vuelven para resguardarlos tras el intento frustrado de asalto a la capilla. Tras el arreglo de la puerta que destrozaron unos desaprensivos volverán a la misma.

Historia del Cristo y su capilla
El 24 de septiembre de 1787, un hombre yendo a sacar agua del pozo, que da nombre a la calle, vio flotando la imagen de un Crucificado. Congregado el vecindario y avisada la clerecía, fue extraída con una escarpia que, aún, cuelga como testigo junto a la imagen. Informado el obispo de Badajoz resolvió que se expusiese a la devoción en la iglesia o en las inmediaciones del pozo. Por lo que, en 1792 y a costa de los vecinos, “se dispuso una decente capillita”, donde “permanece con luz toda la noche”.
La capilla, embutida en una de las casas de la calle, es tan modesta que apenas supera el metro cuadrado en planta. Cubierta con una bóveda de arista, tiene en su frente el altar con el retablo y, a la izquierda, un nicho en el que se colocaba la lámpara que lo iluminaba.
El crucificado es una talla policromada de regusto manierista, fechable a comienzos del siglo XVII, y destinada a la devoción doméstica
El retablillo seguramente es reaprovechado y obra del último tercio del siglo. Lleva, en el comedio, para alojar la imagen una hornacina cruciforme, que se enmarca con pilastrillas con cartelas y remata en un frontón curvo y volutas laterales con cogollos de frutas. Es obra vinculada a la escuela de Blas de Escobar, quizá se deba a su discípulo Alonso Rodríguez Lucas.
En el siglo XIX se añadió al retablo un zócalo de madera con una hornacina para alojar una Dolorosa, que venía a completar el significado pasional de la capilla.


Noticia del asalto en la prensa