viernes, 1 de febrero de 2019

PIEZA DEL MES / FEBRERO 2019








































Nicolás Saggio (1650-1709), nacido en Longobardi (Italia), ingresó muy joven como fraile oblato en la Orden de los Mínimos de san Francisco de Paula. Era hombre sin instrucción alguna, de «verdaderamente idiota» se le califica en la bula de su beatificación, pero que confundía a los que le oían «hablar de las cosas divinas, y explicar sus arcanos». Mas en su tiempo apenas llegó a más que ser portero del convento de Roma. Pero, tras su muerte, fue pronto beatificado (1786), aunque la canonización se hizo esperar (2014).

El grabado, tenido por «verdadero retrato», lo muestra de medio cuerpo, con la mirada elevada contemplado el divino resplandor. Se acoge a un medallón oval, a su vez dentro de un nicho. Un trampantojo arquitectónico que se completa con un anaquel flotante sobre el que se muestran objetos alusivos a sus virtudes, espiritualidad y penitencia: el pebetero ardiente y humeante alude a su fe y caridad; el lirio, a su castidad; la corona de espinas y la disciplina, a su sacrificio y mortificación; y la calavera, a su rechazo de toda vanidad.


Es obra del dibujante y grabador Francisco Martí (Játiva, 1761-Lisboa, 1827). Un auténtico genio en su época. Fue, además, autor dramático e inventor de la taquigrafía española y de la pluma estilográfica.

 


Texto al pie:
“V[erdader]O R[etrat]O DEL B[ea]TO NICOLAS DE LONGOBARDO RELIGIO/so Minimo; Muriò en Roma año 1709./ Fran[cis]co Martì lo di[buj]o y Gravò”.
 

Procedencia:
Estampa suelta extraída de la obra Vida del B. Nicolas de Longobardi de Joseph Maria Perimezzi. En la imprenta Real de Don Ignacio Maria Serrà, Mallorca, 1787.







San Nicolás de Longobardo
Grabado calcográfico, aguafuerte y buril
14.9 x 10.3 cm
Francisco de Paula Martí Mora
Mallorca
1787

Monasterio de Santa María del Valle, Zafra 




Hasta el 28 de febrero de 2019
Galería alta del Museo