Alegoría de las virtudes de sor Margarita de la Cruz
Grabado calcográfico a buril
19.8 x 13.4 cm
Pedro Perrete
Madrid, 1636
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
Sor Margarita de la Cruz (1567-1633) fue una monja clarisa de alcurnia imperial: era hija y nieta de emperadores y hermana del rey Felipe II.
Tenía una vocación religiosa tan profunda que abandonó las pompas mundanas a las que estaba destinada, para recluirse en el monasterio de las Descalza Reales, cercano al Real Alcázar de Madrid.
Esta hagiografía fue escrita por su confesor el franciscano Juan de Palma, por encargo del rey Felipe IV, su sobrino nieto, e impresa en la Imprenta Real en 1636. El objetivo de tan rápida publicación, a tan solo tres años de su fallecimiento, buscaba que su virtuosa vida de claustro sirviese para iniciar su proceso de beatificación.
Se enriquece el libro con estampas del grabador barroco Pedro Perret o Perete (c.1610-1639), hijo y discípulo del grabador flamenco Pedro Perret. Ambos estuvieron al servicio de la Casa Real, pero su corta vida hizo que alguno de sus grabados se atribuyera a su progenitor.
Uno de sus mejores trabajos es la serie de nueve estampas, incluida la portada, que forman parte de esta obra. En la última vemos a dos angelotes que descubren el lecho mortuorio de la infanta monja. Amortajada con el hábito de las clarisas, porta un crucifijo entre sus manos y está cubierta de flores. Alrededor seis mujeres alegorizan las virtudes que ornaron su existencia: caridad y esperanza, en primer término, y religiosidad, pobreza, fe y humildad, detrás del lecho.