lunes, 1 de diciembre de 2014

PIEZA DEL MES - DICIEMBRE 2014



En Sevilla y en 1613, tras aseverar un fraile dominico que la Virgen no había sido concebida sin macula, se mueve una gran controversia. El pueblo ofendido, en su escarnio, entonaba coplas como las que a la sazón escribiera el poeta Miguel del Cid: «Todo el mundo en general / A voces Reyna escogida, / Diga que sois concebida / Sin pecado original».

Y es que el siglo XVII es la época por excelencia de la devoción inmaculadista en España: escritores, pintores o escultores dedicaron su talento a exaltar a la Madre de Dios. De ahí que, no sea raro encontrar incluso documentos públicos, como los de la Real Chancillería de Granada, encabezados por grabados de la Virgen.

Este origen oficial tuvo la estampa, aunque recortada, que se expone. Muestra una cartela en cuyo óvalo se representa a la Inmaculada, orlada con la leyenda: «MARÍA CONCEBIDA SIN PECADO ORIGENAL». Una iconografía asociada al pasaje del Apocalipsis en el que se narra cómo, tras una gran señal, apareció en el cielo «una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies…».


De su autor, el grabador Bernardo Heylan (Amberes, 1588 – Granada, 1661), nada, aparte de su filiación, conocemos de su vida en Flandes. La documentación lo sitúa, en 1612, ya en Granada siendo aprendiz en el taller e imprenta que su hermano Francisco había establecido el año anterior. Una tipografía de la que salieron impresos para la Real Chancillería a partir de 1616.


En 1638 se le consideraba como grabador «de estampa fina». Y el historiador Gómez Moreno considera que sus estampas, en general de pequeñas dimensiones, «rivalizan con las de su hermano en habilidad de buril, y quizá le superan en cuanto a gracia».



 













 
 

Hasta el 30 de diciembre